Guía de contenidos
Es bastante usual que cuando una persona solicita un préstamo, la entidad financiera pida como garantía la firma de un avalista. Este avalista suele ser alguien que mantiene una relación directa con el solicitante, como puede ser un familiar.
Esto nos lleva a una pregunta que no todo el mundo sabe resolver: ¿se puede dejar de ser avalista? Te lo desvelamos todo en este nuevo artículo.
¿Qué es un avalista?
Como hemos avanzado, la figura de un avalista es la encargada de firmar como garantía de un préstamo que solicita otra persona. Lo usual es que el avalista garantice mediante un bien de su propiedad, que el solicitante del préstamo podrá abonar todas las cuotas de la vida del préstamo. En otras palabras, en caso de que el solicitante no pueda hacer frente (o no quiera) al pago del préstamo, será el avalista quien deberá responder en su nombre. Esto significa que la entidad bancaria podrá embargar todos los bienes del avalista, cosa que sin duda puede resultar un gran problema.
Disponer de un avalista es uno de los trucos y consejos para que te concedan un préstamo
Tipos de avales para préstamos
Lo más usual es encontrar dos tipos de aval en los préstamos hipotecarios: los avales personales y los materiales:
- Aval personal: en él se fija como avalista a una persona y esta deberá responder con su patrimonio (ahorros, viviendas, vehículos, etc.).
- Aval material: en este caso, se usa una propiedad inmobiliaria como garantía de la propiedad.
Existe una segunda clasificación para diferenciar los distintos tipos de avales que existen:
- Aval subsidiario: en caso de producirse un incumplimiento de las cuotas del préstamo, la entidad financiera reclamará la deuda al titular del préstamo. En caso de que se demuestre que esta persona no puede hacer frente al pago, se procederá a reclamar la deuda al avalista.
- Aval parcial: en estos casos, el avalista no debe cubrir la deuda completa, sino únicamente un porcentaje de la misma (usualmente alrededor del 20%). De esta forma, cuando el titular deba un 80% de la deuda, el avalista quedará liberado de sus responsabilidades.
- Aval solidario: en este último supuesto, el avalista tendrá las mismas obligaciones que el titular del préstamo, por lo que la entidad financiera le podrá reclamar la deuda a él incluso antes de al deudor, si se produce un impago de las cuotas.
Condiciones para poder ser avalista
Para ser avalista de un préstamo hipotecario, es necesario que el candidato cumpla con un seguido de requisitos que den ciertas garantías y fiabilidad a la entidad financiera, como los que veremos a continuación:
- Tener solvencia económica demostrable
- Sin endeudamiento (que no tenga deudas contraídas)
- Ser mayor de edad (tener más de 18 años)
- Ser propietario de un inmueble
Cómo dejar de ser avalista
Si te estás preguntando si es o no posible quitar a un avalista de una hipoteca, la respuesta es sí. No obstante, se requiere un proceso bastante complejo que depende de la entidad bancaria, no de nosotros. Y es que un banco sólo accede a quitar un avalista en caso de que el prestatario ofrezca las garantías suficientes para asegurar el pago de las cuotas restantes. Esto no suele ser muy común, ya que usualmente la figura del avalista aparece cuando el solicitante no presenta una estabilidad financiera suficientemente solvente como para prescindir de dicho aval.
Relacionado: qué es refinanciar un préstamo
Existe una segunda opción, que consiste en negociar el préstamo hipotecario con otra entidad financiera, cosa que se conoce como subrogación. En este caso la nueva entidad bancaria nos debe permitir firmar la operación excluyendo la figura del avalista.
Finalmente, nos encontramos ante una tercera opción que es la de cambiar los avalistas, es decir, hacer que otra persona firme como avalista en lugar del actual. No obstante, el banco debe estar de acuerdo en acceder a dicho cambio.
Como puedes ver, todas las opciones dependen de la entidad financiera o de un tercero, cosa que provoca que pocas veces se acceda a dichos cambios. Además, hay que tener en cuenta que el motivo principal por el que un avalista quiere dejar de serlo es porque la hipoteca no se está pagando bien, por lo que los bancos serán reacios a renunciar a cualquier garantía. Por si no fuera poco, en caso de que la entidad financiera aceptara quitar un avalista de la hipoteca, debes tener en cuenta que quizás cobren una nueva comisión por gastos derivados del estudio y apertura del propio préstamo.
Razones y motivos por las que dejar de ser avalista
Como has podido comprobar, la responsabilidad de un avalista con una deuda de tipo hipotecaria es total. Por ello, no es de extrañar que muchos quieran dejar de serlo para evitar tener que cargar con dicha deuda.
Como norma general, las personas que quieren dejar de ser avalistas lo hacen por uno de los siguientes motivos:
- Retraso del pago de la hipoteca: esta es una de las principales causas por las que alguien quiere dejar de ser avalista. Sucede cuando no se pagan las cuotas de la hipoteca, cosa que supone un riesgo.
- Necesidad de contratar un préstamo: si el avalista quiere solicitar un préstamo hipotecario, puede que el banco rechace su solicitud por su condición de avalista, ya que en cierto modo, esta persona está endeudada y puede tratarse de una operación de riesgo por probabilidad de insolvencia.
- Hipoteca conjunta: otro de los grandes problemas aparece cuando una persona actúa de avalista para un familiar y la relación se rompe.
Solicita un préstamo con o sin avalista
Si necesitas financiación rápida o tu entidad bancaria no te la concede, puedes acudir a los servicios de financiación de Prestamistas.net. Trabajamos mediante la figura del préstamo con garantía hipotecaria, con o sin avalista, y damos financiación de todo tipo:
Trabajamos en todas las provincias del territorio español: