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Para hacer frente a una necesidad económica, muchas personas optan por solicitar un préstamo rápido, el cual, suele utilizarse para efectuar un pago inesperado o bien realizar un proyecto personal o adquirir un determinado bien. Pese a esto, todos se deberán devolver en las condiciones acordadas previamente con la entidad bancaria.
Uno de los escenarios que pueden darse a la hora de hacerle frente un a un préstamo es que la salud financiera del solicitante empeore por múltiples causas y el solicitante tenga que buscar alternativas que le ayuden a hacer el pago de la cuota mensual, entre las que se encuentra la aplicación del periodo de carencia al préstamo. Para conocer más sobre esta alternativa, cuál es su funcionamiento, tipos y formas de calcularla, ¡no dejes de leer este artículo!
¿En qué consiste el período de carencia de un préstamo?
La carencia de un préstamo es el período de tiempo que se le da al receptor antes de que empiece a hacer frente a la devolución del mismo. En este período de tiempo de carencia el cliente queda exento de llevar a cabo su responsabilidad contractual hasta el momento en el que se ha pactado. Se caracteriza por poder pactar el pago parcial, descuento de la cuota total o retrasar el pago hasta la fecha de vencimiento. Una vez transcurrido este intervalo de tiempo, se procede a reembolsar toda la cuantía acordada de forma regular.
¿Qué tipos de carencia de un préstamo existen?
Además de saber en qué consiste el período de carencia de un préstamo, es imprescindible saber qué tipos existen. Esta opción es muy utilizada a día de hoy en los ámbitos comerciales de la sociedad, por lo que si finalmente optas por acogerte a la carencia de un préstamo te puedes encontrar dos tipologías:
- Parcial
Únicamente se abonan los intereses de la cuota mensual mientras el periodo de carencia esté vigente.
- Total
No se hace frente ni al capital ni a los intereses derivados durante el tiempo estipulado de carencia del préstamo.
Pese a esto, en ambos casos las condiciones suelen pactarse al comienzo del préstamo, debido a que existe la posibilidad de que se negocien con uno que ya está activo. Así mismo, la carencia acostumbra a presentarse en ocasiones en las cuales el interesado no puede asumir ciertas inversiones.
¿Cuál es el máximo de tiempo para disfrutar del período de carencia?
La duración del período de carencia variará en función del tipo de préstamo que el cliente haya pactado con la entidad prestataria. No obstante, suele rondar los tres meses, puede oscilar entre un mes o un par de años dependiendo del contrato entre el banco, cliente y su urgencia de liquidez.
¿Cómo se calcula?
El cálculo sobre la carencia de un préstamo dependerá de la modalidad a la que optes. Si te decides por el período parcial tendrás que realizar dos cálculos: en el primero conocerás los intereses que se abonarán durante este plazo y en el último en función de la cuantía solicitada, el tipo de interés y el número de cuotas en las cuales se abonará. En la modalidad total no se calcula la cuota total a pagar sino que se centra en la que se abonará posteriormente, teniendo en cuenta el capital, tipo de interés y cuotas.
Por lo que, una vez explicado el concepto y sus modalidades, ya debes saber que esta opción te permite gestionar de manera más holgada tus necesidades más urgentes, puesto que te permite retrasar la fecha de vencimiento a cambio de hacerte cargo del mismo pago de las mensualidades más unos intereses que acabarán siendo más elevados.
Si te estás planteando esta alternativa, pero no tienes del todo claro cómo funcionan los intereses, te contamos todo lo que necesitas saber sobre cómo calcular los intereses de un préstamo hipotecario.